LOS CHAKRAS Y LA ENERGIA UNIVERSAL

Según la explicación que tienen algunas culturas asiáticas, los chakras son vórtices de energía situados en distintas partes del cuerpo del ser humano, y su razón de ser es la acumulación, transformación y distribución de esta energía que ha sido absorbida del universo.
El origen de la palabra chakra proviene del sánscrito y significa “rueda” o “círculo”, y se representan con una flor de loto abierta de colores que varían su brillo dependiendo del estado de evolución del ser humano.
El cuerpo de una persona alberga siete chakras superiores, pero también una amplia variedad de chakra secundarios, muchos de ellos desconocidos aún, pero que en conjunto son de vital importancia para la distribución de la energía en el organismo del ser humano.
Los chakras están distribuidos por todo el cuerpo y se encuentran específicamente situados entre la parte etérea y la carne, a la vez que están unidos a través de varios canales que reciben el nombre de “nadis”.
La energía que se aloja en los chakras se mueve de manera ascendente y descendente en forma espiral, girando constantemente, lo que coincide con el nombre con el que se le ha bautizado (chakra = rueda).
Los sietes chakras son: Sahasrara, Ajna, Vishudda, Anahata, Manipura, Svadhisthana y Muladhara, y están situados en puntos vitales que van desde la parte baja de la columna vertebral hasta la parte superior de la cabeza.